Una Colaboración de Cada Gato en su Casa. Los gatos son animales solitarios y su necesidad de contacto suele ser mínima, por ello para que la armonía reine en nuestros hogares es importante saber cómo convivir con un gato respetando su espacio.
Los humanos somos animales gregarios y sociales y tenemos necesidad de contacto, no así los gatos. Ellos no son animales sociales, son animales solitarios, y si bien en las ciudades vemos que ellos viven en colonias se debe a que comparten un punto de alimentación común, pero en la naturaleza eso no sucede.
De hecho no veremos a los gatos cazando juntos, ellos cazan en solitario, incluso cuando alguno está cazando y llega su compañero este le mira como diciendo “ni te acerques gato ruidoso”. Su vida es solitaria, están preparados para ella y disfrutan de su soledad.
A las personas nos encanta achuchar a los gatos, darles besos, abrazos, acariciarles, sobarles…son tan suaves y dulces que no nos podemos resistir.
Y si, son suaves y dulces, tienen un pelaje maravilloso y a veces parecen peluches, pero no lo son. Son cazadores supremos en el cuerpo de lindos gatitos.
Su cuerpo está preparado para cazar y matar a sus presas, y para ello tienen, entre otras maravillas de la naturaleza, garras y colmillos. Unas garras y colmillos que a veces, y muy a su pesar, tienen que emplear para decirnos a las personas que no quieren más besos ni achuchones, que necesitan su espacio y que les dejemos tranquilos.
La necesidad de contacto de los gatos es mínima, por ello debemos respetar en todo momento su naturaleza y sus deseos, y es importante tener en cuenta que las caricias, los achuchones y los besos son para nosotros y no para ellos.
Ellos saben que nosotr@s las necesitamos y por eso nos las permiten, así que ya que nos dejan dárselas lo menos que podemos hacer es hacerlas desde el respeto al animal y a sus necesidades.
¿Cuándo es momento de mimos?
Para respetar su espacio lo primero que debemos es elegir el momento adecuado para los mimos, ellos tienen momentos de descanso, de juego, de mimos…sólo hay que saber distinguirlos y suele ser sencillo.
Si acariciamos a un gato durante el juego lo más probable es que él interprete que estamos jugando y utilice nuestras manos como un juguete, sobre todo si solemos jugar con él con las manos. En los momentos de descanso a nadie nos gusta que nos molesten así que es importante respetarlos y hacerles mimos cuando ellos los pidan.
¿Dónde acariciar?
Las caricias deben ser en aquellas zonas que de forma natural ellos frotan con nosotr@s o con otros animales, sólo hay que fijarse en cómo interactúan los gatos con otros gatos o perros. Los gatos frotan la zona maxilar, la cabeza y los flancos con sus compañeros, nunca veremos a un gato frotando la tripa.
La tripa es su zona más débil y cuando la acariciamos nos arriesgamos a que sientan que se tienen que defender.
Un gato tripa arriba no está mostrando sumisión ni mucho menos, está mostrando todas sus armas ya que tiene libres y disponibles para defenderse las 4 patas y la boca. Así que cuidado con tocar tripas ajenas…
La base de la cola es una zona que a muchos gatos tampoco les gusta que les toquen, así que lo mejor es acariciar la cabeza, la zona maxilar y los flancos. Las caricias deben hacerse a favor del pelo, nunca a contrapelo.
Ellos tienen una densidad capilar muy alta y cuentan con diferentes tipos de pelo algunos de los cuales forman parte de su sentido del tacto, por lo que al acariciarles a contra pelo lo que estamos haciendo es descolocarles esos pelos y hacer que se los tengan que volver a colocar.
Es por eso que muchos gatos se peinan con la lengua después de que los acariciemos, no porque se estén limpiando después de nuestras caricias, como muchos humanos pensamos.
¿Cuándo parar para respetar su espacio?
Y por supuesto debemos escuchar las señales que nos hacen para indicarnos que no quieren más mimos, el movimiento rápido de la cola, las orejas agachadas, la mirada de reojo a nuestras manos, incluso a veces hacen un amago de girarse a mordernos antes de hacerlo.
Por favor, no les llevemos hasta el límite de tener que mordernos para que les dejemos tranquilos, escuchemos todas esas señales que hacen antes. A ellos no les gusta mordernos y después de esa situación la tensión se acumula tanto en ellos como en nosotr@s.
Recordar que los gatos que viven con nosotr@s nos aman, nunca nos harían daño ni nada para molestarnos. Si eso sucede es que nos están intentando decir algo, algo muy importante, ya que para que le prestemos la debida atención están haciendo algo que va en contra del amor que ellos sienten por nosotr@s.
Si necesitáis ayuda para entenderlos Cada gato en su casa, www.cadagatoensucasa.es, os puede apoyar, guiar y ayudar.
Diana de Cada gato en su casa
2 comentarios en “Cómo convivir con un Gato respetando su Espacio”
De acuerdo con el comentario de arriba. El articulo esta lleno de «debemos», haciendo referencia a una unica verdad de tratar a todos los gatos. Sin embargo, todos son distintos y tienen necesidades diferentes. Y la necesidades de contacto no son solamente del humano: a menudo son muy soical, pidiendo mucho amor y contacto a sus humanos y companeros gatos.
Por favor no confundamos «cazador solitario» con ser solitario.
En gatos de granja p.ej. se observan claros comportamientos sociales entre hembras, criando juntas y amamantando a las crías indistintamente e incluso compartiendo lo cazado. También gatos en refugios forman muchas veces amistades con otros de su (u otra) especie.
El grado de sociabilidad de cada gado individual depende de muchos factores, cómo su carácter, cómo se ha criado, el espacio disponible para cada gato, etc. Evidentemente hay gatos (cómo también hay humanos), que prefieren la soledad, otros comparten espacio sin relacionarse (ni negativa ni positivamente) y otros establecen estrechos lazos con un compañero felino.
Tanto en gatos de casa cómo colonias ferales se forman grupos de gatos relacionados por lazos sanguíneos o afinidad que se saludan mediante contacto nariz a nariz y restriega de sus cuerpos y se asean mutuamente, mezclando sus olores (alomarcaje). Lo he podido observar muchas veces, incluso en alguna ocasión entre gatos castrados y enteros no relacionados. Igual que traer a otros gatos «amigos» a casa.
El hecho de que muchos gatos entran en un duelo, que según (ICatCare y experiencia propia) puede durar hasta medio año y en casos graves comprometer incluso la vida del gato que se haya quedado solo, es otra muestra de relaciones afectivas, incluso más allá de la muerte.
Los gatos de casa, salvo excepciones, agradecen la compañía de otro felino, porque por mucho que nos esforcemos, somos humanos y no podemos suplir la necesidad de interacción entre ellos. Es más, un gato más social, que se haya criado y vivido con otros, sufre sin su compañía.
El vínculo de un gato con «su» human@ depende de su carácter y la mutua simpatía y puede llegar a ser tan fuerte que el gato incluso sufre ansiedad por separación.
Creo que respetar el espacio y tiempo individual de cada ser es necesario en todas las especies y los gatos nos pueden enseñar mucho sobre ello.
Y lejos de perpetuar el mito del gato solitario y meter toda una especie de animales tremendamente individualistas en un mismo saco, más bien deberíamos tener en cuenta la personalidad y necesidades de cada uno de ellos para darle una vida plena y feliz.
Saludos felinos.
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