Recopilamos 10 consejos para aumentar la seguridad de tu perro que son imprescindibles para cualquier persona, ya tengas un perro miedoso o que se asusta con facilidad, o para realizar un proceso de reducción de estrés y mejorar la calidad de vida de cualquier perro.
La ausencia de seguridad causa miedo, con diferentes intensidades, desde una ligera ansiedad hasta una angustia extrema.
El miedo es uno de los principales focos de estrés, por lo que es primordial, que el entorno de un perro que sufre de estrés crónico, se convierta en un entorno mucho más seguro de lo que es ahora para él.
Esta carencia es muy evidente en los perros que muestran miedo de una forma habitual al entorno. Lo vemos enseguida con su lenguaje corporal, esconde la cola, agacha las orejas, eriza el pelo, se encoge…
Pero la mayoría de perros sienten inseguridad en muchas ocasiones y lo demuestran también eliminando su exceso de energía producido por el estrés del miedo a través de ladridos.
Dependiendo de la sensibilidad del perro, muchas veces un simple enfado de su propietario, ya es para él una causa de inseguridad. Muchos problemas de conducta desaparecen solos cuando se reduce el estrés por evitar las correcciones y riñas en la vida diaria.
También suponen un incremento de su inseguridad en la calle. Muchos perros se comportan de forma muy diferente si están atados o sueltos, por las malas asociaciones creadas si van atados de la correa. El perro puede aprender a caminar sin tirar de la correa sin necesidad de tirones ni estrés.
aunque no demos tirones al perro, también le provocan inseguridad. El perro no es consciente de que él mismo al tirar es el que se está aplicando el castigo.
Cada vez que el perro se autocastiga en presencia de otros perros, o personas, las asociará a la molestia o al dolor, lo que hará que cada vez le gusten menos y sienta más miedo hacia ellos o que incluso acabe con problemas de agresividad.
El ladrido es equivalente a cuando nosotros lloramos, reímos o gritamos. Si evitamos que el perro ladre, y se exprese emocionalmente, su estrés se va a incrementar y aparecerán otros problemas de conducta incluso más graves.
El ladrido por miedo que suelen hacer hacia otros perros o personas en la calle, se reducirá cuando consigamos que su miedo desaparezca.
El perro al sentir miedo tiene dos alternativas, huir o defenderse. Muchos perros aprenden a defenderse para evitar lo que ellos consideran un peligro.
Lo podemos incitar o animar, e incluso darle algún premio a modo de señuelo, pero será siempre él el que decida si acercarse o no.
Esconderlo y fingir que estamos seguros y tranquilos no es la solución, ya que esta inseguridad se transmite a muchos niveles y el perro la seguirá percibiendo.
Evitar sentirnos inseguros es muy complicado, pero podemos mejorar nuestra propia respuesta emocional, con un tratamiento a base de Flores de Bach o contactando con profesionales que nos ayuden a gestionar nuestros propios miedos.
donde poder retirarse cuando se sienta inseguro o agobiado. Podemos buscar un rincón en una habitación donde ponerle una “casita” adecuada para su tamaño.
En este lugar el perro nunca ha de ser molestado. Si no quiere salir en alguna ocasión, hay que dejarlo tranquilo hasta que se relaje y salga por sí mismo.
Podemos hacer una lista con todas las situaciones en las que el perro ladra, y así podremos interpretar el estado emocional que provoca ese ladrido, si es por alegría, frustración, ira, miedo o para llamar la atención.
todas las situaciones en las cuales el perro eriza el pelo del lomo, esconde la cola entre las patas, se encoge, o se tensa.
Todas estas pautas son necesarias para cualquier perro, pero son indispensables en el caso de tener un perro inseguro, con miedos y con problemas de estrés.
Esta obra está bajo una Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional License.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación. Al continuar con la navegación acepta nuestra Política de cookies.