Desde hace mucho tiempo, la relación entre el hombre y el perro ha adquirido diversos grados de interacción.
Ya sea por trabajo, como compañero de vida e incluso como apoyo para solucionar problemas de salud. Múltiples estudios realizados demuestran que la terapia asistida con perros es efectiva.
En estas terapias, se considera al perro como parte del tratamiento. La consigna es mejorar diferentes funciones del organismo del paciente. Los objetivos dependen de cada caso en particular. Siempre tiene que estar guiada por equipos interdisciplinarios de profesionales especializados.
El rango de personas a las que se les puede ayudar no tiene límites. Niños, adolescentes, adultos mayores, personas con necesidades especiales, cualquiera puede ser favorecido. Se puede aplicar en forma individual o en grupos y no reemplaza ninguna terapia clínica.
La terapia asistida con perros deriva de la TACC (Terapia Asistida por Animales de Compañía) como tantas otras que utilizan otros animales, como la equino terapia o la Delfino terapia.
El vínculo emocional que se crea entre la persona y el perro de terapia es la herramienta más fuerte que beneficia el tratamiento.
El primer registro de la intervención de un perro en una terapia data de 1792. Se llevó a cabo en un centro psiquiátrico en Inglaterra por el psicólogo William Tuke.
En 1867, en Alemania se comenzó a implementar esta terapia con enfermos epilépticos. Y ya en el siglo XX, se utilizó para apoyar la rehabilitación de veteranos de guerra.
En la década del 60, se realizaron variedad de estudios que demuestran los beneficios de la intervención de animales de compañía en diferentes tratamientos. Desde ese momento, se comienza a registrar un paulatino aumento del uso de la terapia en diversos casos de diferentes sitios del mundo.
El perro que interviene es especialmente educado para desarrollar esa tarea.
Puede ser de cualquier raza, aunque hay algunas, cuyos ejemplares están más aptos para ser entrenados, como el Golden Retriever y el Labrador, aunque no es la raza motivo de descarte.
Algunas características que se deben destacar en el animal son:
* Debe contar con ciertas cualidades desde cachorro que demuestran que tiene cierta predisposición a desarrollar la tarea
* Entender las señales básicas (sentado, tumbado, …)
* Dócil
* Estar dispuesto a estar activo durante la terapia
* Inteligente
* Tiene que ser un perro que transmita confianza
El etólogo (especialista que estudia el comportamiento de los perros) es el responsable de determinar si el perro es apto para recibir la educación necesaria para que pueda intervenir en las terapias, o no.
La educación del perro seleccionado es un trabajo diario y su duración oscila entre los 4 y los 8 meses.
Se aplica el método de refuerzo positivo.
La edad del perro en actividad ideal es que tenga como mínimo entre un año y un año y medio.
La terapia asistida con perros funciona mejorando algún estado del paciente como respuesta a ciertas interacciones con el perro.
Para aplicar la terapia, se puede trabajar con el paciente en forma individual o hacerlo en forma grupal. Puede ser que el paciente acuda al centro donde se realiza la terapia o que el profesional especialista vaya con el perro al lugar donde la persona o el grupo recibirán su terapia.
Los centros donde se desarrollan terapias grupales son variados:
* Residencias de ancianos
* Centros de salud y hospitales
* Colegios
* Centros penitenciarios
* Centros de menores judicializados
A diferencia de los perros de trabajo, como por ejemplo el perro lazarillo que vive con su dueño al que sirve todo el tiempo, los perros de terapia viven con una familia y asisten al lugar donde se dará la terapia a cumplir con su trabajo.
La terapia asistida con perros permite intervenir en diferentes áreas para mejorar la calidad de vida de la persona que se esté tratando.
Las áreas que se pueden beneficiar aplicando esta terapia son:
* Problemas de motricidad
* Dificultades auditivas
* Trastornos físicos del desarrollo
* Autismo
* Demencia
* Alzheimer
* Personas con necesidades especiales
* Distracción del paciente para ayudar a que se olvide de su enfermedad y de sus dolores
* Estimulación a pacientes con SIDA
* Acompañamiento para enfermos terminales
* Aislamiento, falta de comunicación
* Integración social
Los casos de los Centros de menores judicializados y las penitenciarías, representan el área menos aprovechada por este tipo de terapias. Para la persona privada de su libertad, el cuidar y educar un perro fortalece su autoestima y aprenden a respetar la disciplina además de entrenarse en un oficio.
En los casos de personas mayores también se usan como tratamiento, especialmente para tratar depresión por sentirse solos.
Generalmente se le asignan perros pequeños de edad ya avanzada, que puedan ser transportados en carros para perros y que tengan vitalidad pero que les permitan desarrollar sus actividades del día a día sin consumirles mucha energía.
También se han utilizado perros de terapia en juicios donde declaran niños. La presencia del perro en la sala le brinda al niño apoyo en el momento que tenga que declarar y además lo ayuda a controlar sus estímulos.
Los beneficios que brinda esta clase de terapia, van a depender del problema al que se trata de apoyar. Pero en líneas generales los beneficios son:
* Disminuye el estrés y la ansiedad
* Optimiza las habilidades físicas y motoras como motricidad, equilibrio y coordinación
* Mejora la memoria
* Ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca y la presión arterial
* Beneficia a la comunicación y al lenguaje
* Aumenta la concentración
* Favorece la autoestima
* Elimina la soledad
* Mejora el estado de ánimo en general
* Fomenta conductas afectivas y empatía con el entorno
* Optimiza las habilidades sociales y comunicativas
* Favorece la integración a actividades grupales
* Quiebra la rutina
* El paciente acepta el contacto físico (hay enfermedades como el Autismo que no lo permiten)
* Les permite enfocarse en algo diferente a su enfermedad o a su dolor
* Ayuda a aceptar los tratamientos
* Genera felicidad
* En los centros penitenciarios ayuda a reducir los niveles de violencia
Hay numerosas entidades en diferentes partes del mundo que se dedican a la educación e implementación de esta terapia.
Como la Fundación Affinity en España o T.A.C.O.P en Argentina. A pesar de ello, aún es bajo el porcentaje de implementación de la terapia asistida con perros.
La mejoría de un paciente gracias a la interacción con un perro no es aceptada por algunos de los profesionales de la salud. Sin embargo, diversos estudios demuestran que una sesión de 20 minutos con un perro de terapia disminuye el estrés y el ritmo cardíaco. Son numerosos los beneficios.
Esperemos que el tiempo permita la aceptación para que muchísimas más personas sean beneficiadas en todo el mundo de estos maravillosos animales.
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