¿Qué comunican los perros con su gruñido? ¿Tiene siempre el mismo significado? ¿Tengo que evitar que mi perro gruña? ¿Cómo solucionarlo?
Cuando un perro gruñe, como el resto de sus vocalizaciones o su lenguaje corporal es un medio de comunicación. Un medio de comunicación que nos puede dar mucha información. Nos da información sobre su estado de ánimo o cómo se siente en una situación determinada.
Es importante no calificarlo como algo bueno o algo malo. Simplemente es un medio más de comunicación que nos va a permitir entendernos mejor.
Lo más común es que asociemos un gruñido canino a una conducta agresiva. Esto no siempre es así. El perro puede gruñir en diferentes circunstancias y situaciones. Muchas veces con significados distintos.
La mayoría de perros gruñen cuando juegan, con otros perros o con nosotros.
También en momentos de felicidad como cuando llegamos a casa o están esperando algo que les gusta.
Es un gruñido que podremos reconocer por el resto de su lenguaje corporal, si su actitud es distendida y alegre, si muestra posturas de invitación al juego …
Simplemente nos indica que se lo está pasando bien o que está muy excitado o ansioso por recibir un premio o algo que quiere.
Muchos perros gruñen cuando los estás acariciando, masajeando o rascando en zonas que les producen placer.
Igualmente el resto de su lenguaje corporal nos indicará que este gruñido es inofensivo, ya que estará relajado, en una actitud cariñosa, o de juego, y sin tensión.
Algunas razas gruñen simplemente al excitarse un poco, sobretodo los perros que tienen el hocico más corto, como el bulldog francés, el bóxer, etc…
Es más fácil que produzcan sonidos parecidos al gruñido en muchas más situaciones de lo habitual.
Muchos perros también roncan cuando duermen, o pueden gruñir o llorar si están soñando.
En el gruñido de advertencia el perro nos está diciendo que se siente muy incómodo ante una situación. Si es hacia nosotros nos indica que paremos lo que estamos haciendo. Es el equivalente a un «déjame en paz, por favor«.
Si la situación continua puede ser que la siguiente conducta sea un golpe de dientes o un mordisco. Esto sería el equivalente a dar un empujón en los humanos.
Lo podremos distinguir claramente de los otros gruñidos porque suele estar acompañado de tensión corporal.
Puede que el perro enseñe los dientes y pueden aparecer señales de calma, como por ejemplo le señal de girar la cabeza o bajarla.
Si el perro está tenso, gruñe, enseña los dientes y mira fijamente, es una señal muy potente de «para ahora mismo o no respondo de mis actos«. Si continuamos con lo que estamos haciendo lo más fácil es que a continuación venga un mordisco.
En el siguiente vídeo, vemos un perrito que está lanzando un claro Gruñido de Advertencia. No se siente nada cómodo cuando se acercan e incluso lanza alguna dentellada.
Aunque el perro está moviendo la cola, hay que observar todo su lenguaje corporal. El mover la cola en este contexto solo indica que está muy nervioso. El resto de señales son muy claras.
No es bueno hacer bromas, ni jugar con estas situaciones. Primero porque el perro lo está pasando mal, y segundo porque nos exponemos a un mordisco.
En este caso se trata de un perro de tamaño pequeño, e igual podemos subestimar el daño que puede hacer. Pero más allá del tamaño del perro, lo importante es comportarse con respeto hacia ellos y no forzar las situaciones. No es algo gracioso lo que sucede en este vídeo.
Normalmente antes de aparecer un gruñido de advertencia, el perro mostrará un gran número de señales. Estas señales llamadas de apaciguamiento y de calma, son avisos previos. Si no las conoces te recomiendo el libro Señales de calma de Turid Rugaas. Es un libro que deberíamos tener tod@s l@s que convivimos con un perro.
En este tipo de gruñido del perro vamos a profundizar más. Profundizaremos para conocer todas las posibles causas, y cómo debemos actuar cuando aparece:
Posibles causas:
Si lo estamos acariciando y se tensa y empieza a gruñir es posible que le duela la zona que hemos tocado. Por lo que convendría una revisión para evaluar posibles lesiones o dolencias.
Los perros pueden tener un mal día igual que nosotros. Puede que tenga dolor de cabeza o que simplemente esté de mal humor.
Si notamos que puntualmente está un poco más quisquilloso. Simplemente lo dejaremos tranquilo. Pero si notamos que cambia su carácter de golpe, es conveniente una revisión veterinaria para ver si puede estar sintiéndose mal.
Algunos perros no toleran que se les toquen ciertas partes del cuerpo. Por ejemplo las patas, zona superior de la cabeza y cuello, cola, orejas, zona anal, vientre.
Son zonas muy sensibles y que si no se han acostumbrado de pequeños puede que no les guste nada que les toquen allí. Sobretodo las personas desconocidas. Es fácil que gruñan si son tocados en estas zonas.
Los perros igual que nosotros asocian ciertos objetos, situaciones, animales y personas a sucesos dolorosos tanto físicos como emocionales.
Es probable que el perro pueda gruñir intentando evitar situaciones que le recuerdan sucesos dolorosos.
Por ejemplo si un día sin querer le hemos hecho daño al cortarle las uñas. Puede que las siguientes veces que lo intentemos nos gruña. Esto sucede porque tiene miedo a que se repita el dolor.
Otro ejemplo muy común sucede con perros que llevan collares de pinchos . Estos perros, al tirar de la correa cuando ven a otro perro, el collar les produce dolor.
En muchos casos los perros pueden acabar asociando a los otros perros con el dolor. El dolor que les ocasiona el collar se asocia a los otros perros. Querrá evitar que se acerquen los otros perros para evitar el dolor. El perro piensa que gruñendo o ladrando evitará que se acerquen. Por lo tanto cree, que gruñendo y ladrando podrá evitar el dolor que le produce el collar.
Un perro que tiene miedo ante algo desconocido o ante una situación como la vista en el punto anterior. Este perro también es muy probable que gruña si no puede escapar de la situación. Lo hará para intentar que lo que le produce miedo no se acerque.
El enfado y la frustración también pueden hacer que los perros gruñan. Por ejemplo, cuando les obligamos a hacer algo que no les gusta. Si no consiguen algo que quieren, etc… Se pueden enfadar y gruñirnos para canalizar estas emociones.
Hay perros que se sienten incomodos cuando nos acercamos demasiado a su comida, juguetes o cama. Esto sucede porque tienen miedo a que se lo quitemos. En este caso nos avisarán francamente de su incomodidad a través de gruñidos.
Cuando los despertamos de forma imprevista. Cuando por sorpresa aparece un perro o la pelota del niño le da un golpe sin esperarlo. Es posible que el perro se ponga a la defensiva por la sorpresa de la situación y nos gruña.
Si un perro no confía en una persona o en nosotros mismos. Es posible que nos gruña para mostrarnos que no se siente cómodo con la situación.
Una vez vistos todos los motivos. Sobretodo de los gruñidos de advertencia. Vemos que nos pueden indicar desde problemas de salud, traumas, miedos, falta de confianza, etc…
Por lo tanto el gruñido del perro es una parte fundamental de la comunicación canina que debemos aprender a escuchar. Escuchar detenidamente para poder solucionar todo lo que puede haber detrás.
Lo peor que podemos hacer es castigar a un perro por gruñir o no permitirle hacerlo por varias razones:
La contención emocional que produce en el perro el evitar gruñir, puede hacer que el mordisco posterior sea más violento. Será más violento por el exceso de energía acumulada y por la incomodidad de la situación.
Si uno se enfada, se enfada. … pero si el enfado se reprime, cuando estalla lo hace de forma más violenta.
Esto puede ser por que no está acostumbrado a ellos. O porque en alguna ocasión ha vivido alguna experiencia desagradable. (por algún susto, porque el niño en su inconsciencia le ha hecho daño…)
Este perro probablemente gruñirá a los niños cuando se acerquen demasiado a él.
La solución no está claramente en eliminar el gruñido del perro. Porque eliminándolo, no eliminamos el hecho que no esté acostumbrado a los niños. Ni eliminamos los sustos que ha podido tener. Además añadimos los castigos para eliminar su gruñido en presencia de niños. Por lo que son más, y más, situaciones desagradables asociadas a la presencia de niños.
Si conseguimos eliminar los gruñidos del perro hacia los niños a base de contención, el problema sigue latente. Sigue teniendo miedo a los niños, Sigue sintiéndose incomodo ante ellos. Pero ahora, sin posibilidad de hacer nada para evitarlo. (a no ser que simplemente se pueda marchar).
Y esta es la receta para que al cabo de un tiempo, o unos años, de repente venga el «susto». El perro que ya no era «agresivo» con los niños. De golpe y sin avisar, dará un mordisco a un pobre niño.
Lo primero es entender su mensaje. Hay personas que se ofenden si su perro les gruñe. Se lo toman como un reto personal. Piensan que su perro las quiere «dominar» y ser el jefe, … Como has visto, los motivos por los que puede gruñir un perro, suelen se más por miedo e incomodidad.
Así que lo primero es no tomárselo como algo personal. El perro no nos está infravalorando. No piensa que seamos débiles. Ni quiere ser nuestro jefe. No es que no nos quiera … Es cualquier motivo de los que hemos visto anteriormente.
Una vez podamos escuchar los gruñidos del perro sin juzgarlo. Sin tomarlo como algo malo o personal. Podremos actuar de forma diferente ante la situación.
Una vez hemos salido de la situación, es el momento de analizar el porqué ha gruñido y cómo podemos solucionarlo.
La cuestión es que sea lo que sea lo que provoque que el perro gruña, debemos analizarlo. Una vez sepamos el motivo, trabajar en ello para que se deje de sentir incómodo ante la situación.
Empezar una guerra cuando el perro gruñe puede acabar muy mal. Es peligroso para nuestra integridad física y para la salud mental del perro.
Tampoco hay que tomárselo como un juego. Hay perros pacientes, que aguantan mucho antes de morder. Pero todos tenemos un límite, y para él no es un juego. No lo está pasando bien.
Si el perro gruñe al tocarlo y antes no lo hacia, una visita al veterinario es indispensable. Es posible que tenga dolor o se encuentre mal.
Una posibilidad es no tocarlo en las zonas que no le gustan. Esto es complicado porque siempre hay que acabar tocando las patas, etc.. Sobretodo si el perro va al veterinario, a la peluquería …
Lo mejor es acostumbrarlo de forma muy progresiva. Progresivamente y suavemente avanzaremos zona por zona, mientras le damos trocitos de comida. No hay que forzar nunca la situación. Si lo notamos tenso, es que vamos demasiado rápido. Es mejor un poquito cada día, aunque sean 5 minutos. De esta manera lo recordará como algo agradable y se irá habituando.
Si no hay más remedio que tocarlo, pero se pone muy tenso y gruñe, no hay que luchar con él. En estas situaciones es mejor utilizar un bozal como medida excepcional de seguridad.
Aquí puedes leer un articulo sobre cómo acostumbrar a cachorros y perros adultos al contacto para evitar estas situaciones.
Tenemos que detectar las asociaciones desagradables que se han creado. Evitaremos estas situaciones o lo acostumbraremos de forma progresiva y sin forzarlo.
La cuestión es conseguir que las situaciones que no le gustaban le acaben gustando. Es importante siempre actuar con paciencia y respeto hacia él.
Como puede haber infinidad de asociaciones desagradables, miedos, problemas de frustración o enfados, etc… Si no te ves capaz de afrontar tu solo el trabajo, o crees que puede ser peligroso para ti u otros lo ideal y recomendable es acudir a un profesional de confianza para que te ayude en el proceso.
En este punto se trata de que confíe en nosotros, entonces dejará de defenderse porque no tendrá necesidad de ello. Dejar de luchar con él es importante para empezar a forjar una nueva relación de respeto.
Próximamente publicaré un articulo sobre cómo tratar este tipo de problema, pero tienes también un buen libro que te puede ayudar – Tratado sobre la agresividad canina.
Es casi imposible evitar estas situaciones, pero es bueno no provocarlas nosotros. Evitaremos asustar al perro o despertarlo de golpe. Los perros no entienden nuestras bromas, para ellos nunca son divertidas.
Ganarse la confianza de un perro es fácil, solo debemos respetarlo.
El respeto (no entendido como miedo sino como empatía y entendimiento) da confianza y seguridad, si no nos enfrentamos a él, si no le quitamos cosas, si no luchamos, si le hacemos los procesos de los puntos anteriores el perro confiará ciegamente en nosotros.
Espero que este post te ayude a entender mejor a tu perro, y a encontrar soluciones si las necesitas.
IMPORTANTE: Recomendamos acudir a un profesional en situaciones de riesgo.
Siempre ante situaciones en las que haya niños, personas u otros animales en riesgo. Acude siempre a un profesional cualificado para valorar la situación.
¡Gracias por amar a tu Perro!
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