Algo fundamental que debemos tener en cuenta cuando tenemos un cachorro en casa, es acostumbrarlo desde bien pequeñito a ser tocado, a las caricias y al contacto.
Será importantísimo para que el día de mañana a nuestro perro le gusten no sólo las caricias sino que permita ser tocado para hacerle chequeos veterinarios, para comprobar sus oídos o sus patas si notamos que tiene alguna molestia, etc
Los perros de forma natural tienen unas zonas del cuerpo que son más sensibles y que les cuesta más acostumbrarse a que se las toquemos.
Estas zonas son, las patas, los pies, la cola, la zona anal, los oídos y su interior, la boca y su interior, y la zona ventral.
Tampoco son zonas que se suelan acariciar normalmente así que muchos crecen sin acostumbrarse al contacto en estas áreas, y cuando necesitamos hacer alguna revisión, limpieza o cura, nos va a resultar muy complicado porque el perro no lo va a permitir.
También es importante irlos acostumbrando de forma suave y progresiva, a los cepillados, a los baños, etc… que nunca sea una situación forzada o desagradable para él. Todo el tiempo que invirtamos acostumbrando al cachorro y sobretodo haciendo que le gusten estas actividades, hará que en el futuro sean momentos agradables a compartir para todos.
Así que veamos el proceso para ir realizando ejercicios que nos darán los mejores resultados:
Acostumbrar al Cachorro al Contacto y a las Caricias:
El proceso siempre será el mismo. Empezaremos por las zonas más sencillas (las que se siente cómodo cuando las tocamos) e iremos a las zonas mas complicadas de forma progresiva:
* Nos sentaremos en el suelo con él en una actitud tranquila y relajada.
* Iremos acariciando de forma lenta y tranquila aplicando poca presión.
* Durante este proceso iremos valorando su reacción, si en alguna zona se incomoda, no continuaremos allí pero ya sabremos y anotaremos que es una zona a trabajar.
* Seguiremos acariciando todo el cuerpo sin dejarnos nada para encontrar lo que no le gusta.
* Una vez detectadas todas las zonas en las que no se siente cómodo cuando lo tocamos, las anotaremos y las iremos trabajando en días sucesivos.
* Por ejemplo, si son las patas, el primer día podemos ir acariciando hasta los codos si vemos que lo tolera bien.
* Se trata de no avanzar demasiado rápido y que en la sesión de caricias siempre se sienta cómodo y a gusto
* El segundo día podemos avanzar un poquito más abajo del codo. Si vemos que lo tolera bien, al día siguiente bajaremos un poquito más. Si no lo tolera bien volvemos un poco atrás al trabajo que hicimos el día anterior.
* De esta forma, avanzando día a día aunque sea centímetro a centímetro, se trata de que al final podamos llegar al pie, tocar almohadillas y entre los dedos y que el cachorro mantenga una total calma y confianza.
* Este mismo proceso lo haremos en todas las zonas que no le gustan hasta que le encante.
* Con el tiempo podemos aumentar progresivamente la presión siempre sin hacerle daño.
* Más adelante podemos añadir sujeciones, es decir coger una patita y mantenerla un tiempo sujeta, e ir haciéndolo en distintas zonas del cuerpo.
* Recuerda que es muy importante también la zona de las orejas, tenemos que llegar a tocarlas también por la zona interna, y la boca en la cuál el objetivo es poder abrirla suavemente y tocar los dientes, las encías y lengua sin que el perro se sienta incómodo.
Acostumbrar al Cachorro a los Abrazos:
Los abrazos suelen incomodar muchísimo a la mayoría de perros, es algo natural si no se han acostumbrado de cachorros, e incluso hay perros que pueden llegar a morder porque se pueden sentir agredido.
Es importante acostumbrar al cachorro a ser abrazado porque entre los humanos es una demostración de afecto y es muy posible que en un futuro un niño o un desconocido amante de los perros lo abrace. Para que esto no suponga ningún susto podemos hacer que al cachorro le acaben gustando mucho los abrazos siguiendo un proceso lento y progresivo como hemos hecho con el contacto.
Acostumbrar al cachorro a este tipo de contacto y manipulaciones no solo va a facilitarnos la futura convivencia sino que también le va a suponer que padezca mucho menos estrés en visitas al veterinario, a la peluquería, en los baños y cepillados, en las revisiones que le tengamos que hacer, etc …
Además es un seguro ante la posibilidad de conductas agresivas, ya que un perro acostumbrado al contacto será mucho más difícil que se sienta incómodo o agredido y que por lo tanto pueda llegar a morder.
En los próximos capítulos de Cómo Educar a un Cachorro hablaremos de cómo acostumbrarlo a los cepillados y a los baños.
¡Gracias por Amar a tu Perro!